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La idea más antigua de Dios

La pregunta sobre cuándo surgió en los seres humanos la idea y el sentimiento de la existencia de Dios es un tema de debate entre los académicos y no hay un consenso definitivo al respecto. La religión y las creencias espirituales son fenómenos complejos y multifacéticos que han evolucionado a lo largo de la historia de la humanidad.

Algunos académicos argumentan que las creencias religiosas pueden haber surgido en las primeras etapas de la evolución humana, ya que los seres humanos primitivos podrían haber buscado explicaciones sobrenaturales para los fenómenos naturales y haber desarrollado una conciencia de lo trascendental. Otros sugieren que las creencias religiosas se desarrollaron más tarde en la historia humana, a medida que las sociedades se volvieron más complejas y se establecieron estructuras sociales y culturales más elaboradas.

Es importante tener en cuenta que la evidencia arqueológica y antropológica es limitada para comprender completamente el origen de las creencias religiosas en los seres humanos. Además, las creencias religiosas pueden haber surgido de diferentes maneras en diferentes culturas y regiones geográficas. Sin embargo, si remontamos lo más que podemos en el tiempo, encontraremos vestigios prehistóricos que proporcionan algunas pistas al respecto.

Las evidencias prehistóricas

Las evidencias prehistóricas relacionadas con la concepción de la divinidad son limitadas, ya que se basan principalmente en artefactos arqueológicos y representaciones artísticas. Sin embargo, hay algunas evidencias que sugieren la existencia de creencias religiosas y una concepción de lo divino durante la Edad de Piedra y antes.

Una de las principales evidencias son las figurillas de Venus, que se han encontrado en diferentes partes del mundo y datan de hace más de 20,000 años. Estas figurillas representan figuras femeninas con características exageradas de fertilidad y maternidad, lo que sugiere una posible adoración de una diosa madre o una deidad relacionada con la fertilidad.

Además de las figurillas de Venus, se han encontrado otros artefactos y representaciones artísticas que sugieren la existencia de creencias religiosas. Por ejemplo, se han descubierto pinturas rupestres en cuevas, como las cuevas de Lascaux en Francia, que representan animales y figuras humanas en posiciones ceremoniales o de adoración.

También se han encontrado objetos rituales, como amuletos y estatuillas, que podrían haber sido utilizados en prácticas religiosas o rituales. Estos objetos a menudo representan animales, figuras humanas o símbolos abstractos, lo que indica una posible concepción de lo divino y una conexión entre la humanidad y lo sagrado.

La primera idea de Dios, ¿fue femenina?

Si bien existen evidencias de representaciones femeninas de deidades que datan de hace más de 20,000 años, como las figurillas de Venus a las que nos hemos referido arriba, no podemos afirmar con certeza que la idea de Dios más antigua esté exclusivamente vinculada a una representación femenina.

También es cierto que la idea de una mujer diosa es una de las representaciones más antiguas de deidades en la historia de la humanidad. En concreto, se han encontrado evidencias de esta concepción en diversas regiones geográficas, pero una de las más destacadas es la región de Mesopotamia, específicamente en la antigua ciudad de Uruk, en la actual Iraq.

La diosa más antigua conocida es Inanna, también conocida como Ishtar, quien era adorada en la región de Mesopotamia hace aproximadamente 5,000 años, durante el período conocido como Uruk IV (3500-3100 a.C.). Inanna era considerada la diosa del amor, la fertilidad, la guerra y el poder político, y su culto era muy importante en la sociedad mesopotámica.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la idea de una diosa femenina puede remontarse incluso más atrás en la historia. Algunos estudiosos sugieren que la adoración de la diosa madre, una figura divina asociada con la fertilidad y la maternidad, podría haber existido en las sociedades neolíticas hace más de 10,000 años. Ejemplos de esta adoración se han encontrado en estatuillas y representaciones artísticas en diversas partes del mundo, como la Venus de Willendorf en Europa y la diosa de la fertilidad en Çatalhöyük, en la actual Turquía.

Ahora bien, es importante tener en cuenta que la concepción de lo divino ha evolucionado a lo largo del tiempo y ha variado en diferentes culturas y regiones geográficas. En muchas sociedades antiguas, tanto masculinas como femeninas, se adoraban y representaban deidades con características y atributos específicos.

Por ejemplo, en la antigua Mesopotamia, se adoraban tanto diosas femeninas como dioses masculinos. Inanna/Ishtar, ya mencionada, era una diosa femenina importante, pero también existían dioses como Enlil, dios del viento y la tormenta, y Marduk, dios de la ciudad de Babilonia. En otras culturas antiguas, como la egipcia, griega o romana, también existían deidades masculinas y femeninas que eran adoradas y representadas.

Así pues, según la evidencia arqueológica y los estudios realizados, se cree que las primeras representaciones de deidades en la historia de la humanidad estaban relacionadas con figuras femeninas.

Estas figurillas, como la Venus de Willendorf en Europa, la Venus de Dolní Věstonice en la República Checa y la Venus de Laussel en Francia, representan figuras femeninas con características exageradas de fertilidad y maternidad. Se cree que estas representaciones estaban relacionadas con creencias religiosas y rituales de fertilidad en las sociedades prehistóricas.

En conclusión, se puede decir que la pregunta sobre cuándo surgió en los seres humanos la idea y el sentimiento de la existencia de Dios es un tema de debate entre los académicos y no hay un consenso definitivo al respecto. La religión y las creencias espirituales son fenómenos complejos y multifacéticos que han evolucionado a lo largo de la historia de la humanidad. Aunque la evidencia arqueológica y antropológica es limitada para comprender completamente el origen de las creencias religiosas en los seres humanos, se han encontrado evidencias que sugieren la existencia de creencias religiosas y una concepción de lo divino durante la Edad de Piedra y antes. Las figurillas de Venus, como la Venus de Willendorf, son una de las principales evidencias que sugieren la existencia de creencias religiosas y una concepción de lo divino vinculado a lo femenino durante la prehistoria. Además, la diosa Inanna es un ejemplo de la importancia de las deidades femeninas en la religión de la antigua Mesopotamia.

El equipo de Anabasis Project.


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