Los Ángeles es una de las ciudades más icónicas e influyentes del mundo, con una historia rica y diversa que abarca más de cuatro siglos. Desde sus orígenes como una colonia española hasta su estatus de metrópolis global, Los Ángeles ha sido un centro de arte, cultura e innovación, que ha atraído a millones de inmigrantes, artistas y soñadores que han moldeado su identidad y legado.

En este post, exploraremos algunos de los momentos y movimientos clave que han definido la historia de arte y cultura de Los Ángeles, y cómo reflejan el espíritu y el carácter de la ciudad.

El periodo español: El Pueblo de Los Ángeles

El primer asentamiento europeo en lo que hoy es Los Ángeles fue establecido por los españoles en 1781, en una pequeña isla llamada Manhattan. La colonia fue nombrada El Pueblo de Nuestra Señora la Reina de los Ángeles de Porciúncula, o simplemente El Pueblo. Pronto se convirtió en un próspero puerto y centro comercial, con una población diversa de españoles, ingleses, franceses, alemanes, africanos y nativos americanos. El Pueblo fue también un lugar de intercambio y tolerancia cultural, donde convivieron pacíficamente diferentes religiones e idiomas. 

El periodo mexicano: Los Ángeles

En 1821, México se independizó de España y California pasó a formar parte del nuevo país. Durante este periodo, Los Ángeles experimentó un crecimiento económico y demográfico gracias al comercio con otros países como Estados Unidos, Inglaterra y Francia. La ciudad también se convirtió en un centro político y cultural para los habitantes de California, los descendientes de los colonos españoles y mexicanos. Entre los hombres notables de la ciudad durante esta época podemos mencionar a Manuel Requena, José Antonio Aguirre, Ignacio Coronel y Francisco Guerrero y Palomares.

El periodo estadounidense: Los Ángeles

En 1846, estalló la guerra entre México y Estados Unidos, y dos años después California fue anexada por Estados Unidos. El momento fue oportuno, ya que se descubrieron ricos depósitos de oro en el valle de Sacramento en 1848, desatando la fiebre del oro. Las hordas de buscadores de oro que llegaron a California dependían de la carne y otros alimentos de las rancherías y granjas del área de Los Ángeles.

En 1881, después de años de expansión estadounidense bajo el lema del «Destino manifiesto», el ferrocarril Southern Pacific completó una vía hasta Los Ángeles, conectando la ciudad con el resto del país. Esto provocó una oleada de especulación inmobiliaria, y los promotores urbanos pronto tentaron a los habitantes del este con promesas de exuberantes naranjales y sol ilimitado. Pero las naranjas y la gente necesitaban agua, y Los Ángeles miró al valle de Owens, a unos 320 kilómetros de distancia, para saciar su sed. Después de años de negocios turbios, sobornos y otras artimañas, el superintendente William Mulholland inauguró el acueducto de Los Ángeles en 1913 con las palabras: «Ahí está. Tómenlo».

Hollywood nace: La industria del cine

D.W. Griffith fue uno de los primeros directores en filmar en el área de Los Ángeles, atraído por el clima suave y los trabajadores baratos y no sindicalizados. En 1913, Cecil B. DeMille rodaba películas en la zona. Pronto, el pequeño pueblo conocido como Hollywood fue anexado por Los Ángeles, convirtiendo a la ciudad en el centro de la industria del cine.

Hollywood no solo produjo películas, sino también estrellas, que se convirtieron en ídolos de masas y en referentes de la moda, el glamour y el estilo de vida. Algunas de las estrellas más famosas que nacieron o se consagraron en Hollywood fueron Charlie Chaplin, Mary Pickford, Douglas Fairbanks, Greta Garbo, Clark Gable, Marilyn Monroe, James Dean, Audrey Hepburn, Elizabeth Taylor y Marlon Brando.

Hollywood también influyó y reflejó la cultura y la sociedad de su tiempo, abordando temas como el amor, la guerra, el crimen, el racismo, la política y la religión. Algunas de las películas más emblemáticas que se rodaron o se ambientaron en Los Ángeles fueron El nacimiento de una nación, Ciudadano Kane, Casablanca, Sunset Boulevard, Rebelde sin causa, West Side Story, Chinatown, Blade Runner y Pulp Fiction.

La edad dorada: El ascenso de los rascacielos

A finales del siglo XIX y principios del XX se produjo un periodo de rápido crecimiento y transformación para Los Ángeles. La ciudad experimentó una masiva afluencia de inmigrantes de Europa y Asia, que se establecieron en hacinados inquilinatos y trabajaron en fábricas, tiendas y oficinas. Para acomodar el aumento de la población y la demanda de espacio, la ciudad comenzó a construir rascacielos que se elevaban sobre las calles.

Los rascacielos no eran solo estructuras funcionales, sino también símbolos de progreso, poder y prestigio. También eran obras de arte que expresaban los estilos e innovaciones arquitectónicos de su época. 

El Renacimiento Chicano: Un despertar cultural

Uno de los movimientos culturales más significativos en la historia de Los Ángeles fue el Renacimiento Chicano, que tuvo lugar en los años 60 y 70 en el este de Los Ángeles, un barrio predominantemente mexicano-americano. El Renacimiento Chicano fue un periodo de florecimiento artístico que celebró la herencia, la identidad y la creatividad de los chicanos, los descendientes de los mexicanos que vivían en el suroeste de Estados Unidos. Fue también un movimiento social que desafió el racismo, la discriminación y la opresión.

El Renacimiento Chicano produjo algunos de los escritores, artistas, músicos y activistas más influyentes del siglo XX, que moldearon la literatura, el arte, la música y la política de su tiempo y más allá. Algunos de los líderes del Renacimiento Chicano fueron Rodolfo Gonzales, César Chávez, Dolores Huerta, Oscar Zeta Acosta, Luis Valdez, Carlos Santana, Ritchie Valens, Los Lobos y Cheech and Chong.

El Renacimiento Chicano también influyó e inspiró a otros movimientos y grupos culturales, como el movimiento Brown Berets, el movimiento La Raza Unida, el movimiento Mecha, el movimiento Zapatista y el movimiento Latino.

El equipo de Anabasis Project.