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El origen de Hispania

El nombre de Hispania es uno de los más antiguos y emblemáticos que se han dado a la península ibérica, el territorio que hoy ocupa España y Portugal. Sin embargo, ¿de dónde proviene este nombre y qué significado tiene? ¿Quiénes fueron los primeros en usarlo y por qué? ¿Qué relación tiene con el nombre de España? Estas son algunas de las preguntas que intentaremos responder en este ensayo, haciendo un recorrido por la historia y la etimología de este término.

Según la mayoría de los historiadores y lingüistas, el origen de Hispania hay que buscarlo en la antigüedad, cuando los fenicios, un pueblo semita originario de lo que hoy es el Líbano, llegaron a las costas de la península ibérica en busca de comercio y colonización. Los fenicios fueron unos grandes navegantes y exploradores, que establecieron contactos con diversas culturas del Mediterráneo y del Atlántico. Entre los siglos XII y VIII a.C., fundaron varias ciudades en la península, como Gadir (Cádiz), Malaka (Málaga) o Abdera (Adra), desde donde explotaron los recursos naturales de la zona, especialmente los metales.

Los fenicios llamaron a la península ibérica con el nombre de I-spn-ya, que se ha traducido como “tierra donde se forjan metales” o “isla de metales”, ya que spn o spy era la raíz fenicia para designar el acto de batir o fundir metales. Esta hipótesis se basa en un estudio filológico comparativo entre varias lenguas semitas, realizado por Jesús Luis Cunchillos y José Ángel Zamora, expertos en filología semita del CSIC. De esta forma, los fenicios habrían denominado a la península por su riqueza minera, que les resultaba muy atractiva para su actividad comercial.

Otra hipótesis alternativa, propuesta por el francés Samuel Bochart en 1674, es que el nombre de Hispania proviene de la palabra fenicia i-spn-im, que significa “tierra de conejos” o “isla de conejos”, ya que spn o sphan era el término fenicio para referirse al damán, un mamífero parecido al conejo que habitaba en África y Oriente Próximo. Según esta teoría, los fenicios habrían llamado así a la península por la abundancia de conejos que encontraron en ella, y que les resultaban exóticos y curiosos. Esta idea fue recogida por algunos escritores latinos, como Plinio el Viejo, Catón el Viejo o Catulo, que vincularon el nombre de Hispania con el significado de «tierra de conejos».

Sea cual sea el origen exacto del nombre fenicio de la península ibérica, lo cierto es que este fue adoptado y adaptado por otros pueblos que entraron en contacto con ella. Así, los griegos lo transformaron en Ispanía o Ispánia, y los romanos en Hispania. Estos últimos fueron los que popularizaron y consolidaron este nombre, al conquistar y romanizar la península entre los siglos III a.C. y II d.C. Los romanos dividieron Hispania en varias provincias administrativas, como Hispania Citerior, Hispania Ulterior, Hispania Baetica o Hispania Lusitania. Asimismo, difundieron el latín como lengua común, del que derivarían posteriormente las lenguas romances o neolatinas, como el español.

El nombre de Hispania perduró durante la Edad Media, aunque con algunas variaciones. Los visigodos, que invadieron la península en el siglo V d.C., la llamaron Spania o España. Los árabes, que ocuparon gran parte del territorio entre los siglos VIII y XV, la denominaron Al-Ándalus. Los cristianos del norte, que iniciaron la Reconquista contra los musulmanes, usaron indistintamente los términos Hispania o España para referirse al conjunto de la península o a sus propios reinos.

El nombre de España se impuso definitivamente en la Edad Moderna, cuando los Reyes Católicos unificaron los reinos de Castilla y Aragón, y completaron la expulsión de los árabes. Así, se creó el Reino de España, que se convirtió en una de las potencias mundiales, al expandir sus dominios por América, Europa y Asia. El nombre de Hispania, sin embargo, no desapareció del todo, sino que se reservó para designar al conjunto de los pueblos que compartían la lengua, la cultura y la historia españolas, tanto en la península como en ultramar. Así, surgió el concepto de Hispanidad, que se celebraba cada 12 de octubre, como conmemoración del descubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492.

En conclusión, el nombre de Hispania tiene un origen antiguo y misterioso, que se remonta a los fenicios, los primeros en llamar así a la península ibérica por sus características geográficas o naturales. Este nombre fue adoptado y modificado por otros pueblos que sucedieron a los fenicios, como los griegos, los romanos, los visigodos, los árabes o los cristianos. El nombre de Hispania evolucionó a España, que se convirtió en el nombre oficial del Estado moderno que surgió en la península. Sin embargo, Hispania siguió siendo un nombre simbólico y cultural, que aludía a la identidad y la comunidad de los pueblos hispanos.

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