Un objetivo claro: cómo definir qué quieres lograr con tu obra literaria

Escribir una obra literaria es un acto de creación, pero también una declaración de intenciones. Detrás de cada historia hay un propósito, ya sea personal, artístico o comercial. Sin embargo, muchos escritores, especialmente aquellos que están comenzando su camino, se lanzan al proceso creativo sin detenerse a reflexionar sobre una pregunta fundamental: ¿Qué quiero lograr con esta obra?

Definir tu objetivo no solo da claridad al proceso de escritura, sino que también influye en la forma en la que construyes la trama, desarrollas a tus personajes y eliges el tono de tu narrativa. Ya sea que busques explorar un tema que te apasiona, conectar con un público específico o alcanzar el éxito comercial, comprender tus metas te ayudará a tomar decisiones más coherentes y efectivas. En este artículo, exploraremos cómo identificar, definir y mantener tus objetivos literarios para que tu obra tenga un impacto real.

1. Comprendiendo tus metas como escritor

Tipos de objetivos literarios

Las metas detrás de una obra pueden clasificarse en tres grandes categorías: personales, artísticas y comerciales. Cada una de ellas influye de manera diferente en el proceso creativo y en las decisiones que tomarás durante la escritura.

Metas personales: la escritura como transformación

Estas metas están vinculadas a la necesidad de expresar emociones, procesar experiencias o dejar un legado. Escribir puede ser un acto catártico, una forma de explorar la propia identidad o de dar sentido a vivencias complejas.

Ejemplo:
El diario de Ana Frank es un claro ejemplo de una obra que nació de una necesidad personal: documentar pensamientos, miedos y esperanzas en medio de la adversidad. Aunque su publicación póstuma la convirtió en un referente histórico, su propósito inicial era profundamente íntimo.

Pregúntate:

  • ¿Estoy escribiendo para entender mejor mis propias emociones?
  • ¿Quiero dejar una parte de mí para futuras generaciones?
  • ¿Esta obra me ayuda a procesar algo que he vivido?

🎨 Metas artísticas: la búsqueda de la excelencia creativa

Aquí, el objetivo es experimentar con el lenguaje, desafiar estructuras narrativas tradicionales o explorar temas filosóficos y estéticos. La prioridad es la innovación y el impacto artístico más que el éxito comercial.

Ejemplo:
Ulises de James Joyce es una obra que rompió con las convenciones de la narrativa de su época. Con su uso del monólogo interior y una estructura compleja, Joyce no buscaba complacer al público masivo, sino expandir los límites de la literatura.

Pregúntate:

  • ¿Quiero innovar en la forma en la que cuento mi historia?
  • ¿Estoy explorando un tema o estilo que desafía las convenciones literarias?
  • ¿Mi motivación principal es crear una obra con un valor estético y conceptual profundo?

💼 Metas comerciales: conectar con el público y el éxito profesional

Este tipo de objetivos están enfocados en llegar a un público amplio, conseguir contratos editoriales o alcanzar un éxito financiero. Implican una conciencia del mercado, de los géneros populares y de las tendencias actuales.

Ejemplo:
J.K. Rowling, con Harry Potter, creó una saga que combina una narrativa accesible con personajes inolvidables, alcanzando tanto un impacto cultural como un éxito comercial masivo. Su obra conecta con lectores de todas las edades porque entiende las dinámicas emocionales que atrapan al público.

Pregúntate:

  • ¿Estoy escribiendo para un público específico?
  • ¿Me interesa que mi obra sea un éxito comercial?
  • ¿Estoy dispuesto/a a adaptar mi estilo o temática para conectar mejor con el mercado editorial?

Reflexión inicial: ¿qué motiva tu escritura?

Antes de comenzar o continuar con tu obra, haz un ejercicio de introspección:

  • ¿Qué quiero lograr con esta historia?
  • ¿Para quién estoy escribiendo?
  • ¿Qué espero sentir al terminarla?

Consejo práctico:
Haz una lista de tus objetivos y priorízalos. No es necesario elegir uno solo; muchas obras combinan metas personales, artísticas y comerciales. Lo importante es saber cuál de ellas guía tus decisiones.

2. Cómo tus objetivos influyen en el desarrollo de la obra

Elección del género y estilo narrativo

Tus metas influirán en el género que elijas y en cómo estructures tu historia. Si tu objetivo es comercial, probablemente te inclines hacia géneros con gran demanda, como el thriller, la fantasía o la novela romántica. En cambio, si buscas explorar nuevas formas de expresión, podrías experimentar con estructuras no lineales o voces narrativas poco convencionales.

Ejemplo:

  • Meta comercial: El código Da Vinci de Dan Brown utiliza un estilo ágil, con capítulos breves y cliffhangers que mantienen al lector en vilo, ideal para el público masivo.
  • Meta artística: Pedro Páramo de Juan Rulfo se aleja de la narrativa tradicional para sumergirse en un estilo poético y simbólico que desafía la lógica lineal.

Consejo práctico:
Pregúntate si el género y el estilo que estás utilizando son los más adecuados para lograr tu objetivo principal.

Construcción de personajes

El tipo de personajes que desarrollas también refleja tus metas. Si tu propósito es artístico, querrás crear personajes complejos, con dilemas internos profundos. Para objetivos comerciales, es probable que te enfoques en personajes carismáticos y fáciles de identificar, que generen empatía inmediata en el lector.

Ejemplo:

  • En Matar a un ruiseñor, Harper Lee construye personajes que permiten reflexionar sobre la justicia y la moral en una sociedad marcada por el racismo, sirviendo tanto a un propósito artístico como social.
  • En Los juegos del hambre, Suzanne Collins crea una protagonista fuerte y determinada, que conecta emocionalmente con el público juvenil y mantiene el ritmo de una narrativa comercial.

Consejo práctico:
Haz una ficha para cada personaje donde describas cómo contribuyen a tus objetivos. ¿Son simples vehículos para la trama o representan algo más profundo?

Estructura de la narrativa y tono de la obra

La forma en que estructuras tu historia y el tono que eliges también están determinados por tus metas.

  • Para un público amplio: narrativas lineales, tono accesible, lenguaje directo.
  • Para explorar artísticamente: estructuras fragmentadas, narradores múltiples, tonos experimentales.

Ejemplo:

  • Crónica de una muerte anunciada de Gabriel García Márquez utiliza una estructura no lineal para explorar la inevitabilidad del destino, lo que enriquece la dimensión artística de la obra.
  • Bajo la misma estrella de John Green adopta un tono juvenil, directo y emotivo para conectar con un público adolescente, logrando un gran éxito comercial.

3. Estrategias para mantener el enfoque en tus metas

1. Crea una declaración de propósito

Antes de empezar a escribir (o durante el proceso si ya has comenzado), redacta una breve declaración que resuma qué quieres lograr con tu obra.

Ejemplo práctico:
«Quiero escribir una novela que explore el poder de la memoria en la construcción de la identidad, utilizando un lenguaje poético para provocar una reflexión emocional en el lector.»

Tener esta declaración visible mientras escribes te ayudará a mantener el rumbo.

2. Revisión constante de tus objetivos

Las metas pueden evolucionar a medida que avanzas en la escritura. Es recomendable que, al finalizar cada capítulo o sección, te preguntes:

  • ¿Este fragmento refleja el propósito de mi obra?
  • ¿Sigo en la dirección que me propuse al inicio?
  • ¿Necesito ajustar mis objetivos o la forma en que los estoy abordando?

3. Identifica a tu público objetivo

Saber a quién te diriges es clave. Esto no significa que debas limitarte, pero comprender las expectativas de tu público te permitirá tomar decisiones más informadas.

Ejemplo práctico:
Si escribes ciencia ficción para jóvenes adultos, es útil conocer qué temas resuenan con ese público (tecnología, identidad, rebelión) y cómo se abordan en el género sin perder tu propia voz.

4. Busca retroalimentación alineada con tus metas

Cuando compartas tu obra con lectores beta o mentores, asegúrate de que entiendan tu propósito. La retroalimentación será más útil si está en sintonía con lo que quieres lograr.

Consejo práctico:
Pide comentarios específicos:

  • ¿Esta historia transmite el mensaje que quería compartir?
  • ¿El tono es coherente con la emoción que intento evocar?
  • ¿Los personajes reflejan la complejidad que busco o necesitan más desarrollo?

Conclusión

Definir qué quieres lograr con tu obra literaria no es una tarea menor. Es el primer paso hacia una escritura consciente, coherente y con propósito. Ya sea que busques explorar emociones personales, romper barreras artísticas o conquistar el mercado editorial, tener claridad en tus metas te permitirá tomar decisiones narrativas más efectivas y crear una obra que resuene, tanto contigo como con tus lectores.

Hoy te invito a reflexionar:

  • ¿Qué quieres que tu historia deje en quienes la lean?
  • ¿Cómo quieres sentirte cuando pongas el punto final?

Escribir con un propósito claro no solo te ayuda a llegar a la meta, sino que transforma el propio viaje en una experiencia más rica y significativa.

Anabasis Project


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